A mi siempre me ha costado hablar sobre cosas tan naturales como tirarse un pedo que algunos los convierten en una verdadera obra de arte. Los hay de tantas formas como la imaginación quiera darle su nombre apropiado y les pongo algunos ejemplos...
Esta el pedo equivocado, que es aquel que al tirarlo se va para otro lado y terminas eructándolo y como consecuencia si estas hablando con alguien, da media vuelta y se larga dejándote en plena conversación.
El pedo terremoto, dura tanto que parece nunca se va a acabar, son los que me gustaba tirarme en la mili para escuchar a los compañeros que se despertaban asustados gritando que había empezado la guerra.
El pedo cachetero que al salir produce repiqueteo entre los cachetes, pareciendo que estas tocando las palmas con ellos y si salen con fuerza, te deja el culo como si te hubieras refregado chile picante.
El pedo trompetero, ese suena como una verdadera trompeta y también te deja las nalgas, para aliviarlas con un poco de vivaporus porque piensas que tienes el culo resfriado.
El pedo camionero, solo para culos dotados de una gran resistencia, su sonido es como un boom enorme y seco que suele dejar asustada a toda la familia, la abuela enseguida dice, niña, apaga la tele que creo que hay tormenta...
El pedo chapucero, es solo un aprendiz de pedo que no consiguió un doctorado y se quedó con las ganas de salir triunfador al mundo de los pedos sublimes.
El pedo de la regla, ese es el que se me salio a mi en plena calle manchandome las bermudas de sangre, una señora que venía detrás y como yo tenía tanto pelo, me tocó en el hombro y me dijo, señora creo que le ha bajado la regla...al volver la cabeza y verme la señora las barbas, se puso tan colorada que hasta los tomates le tenían envidia.
El pedo sarampión, nunca sabes lo que es, hasta que te quitas los gallumbos y están llenos de motitas marrones, es muy desagradable porque no se limita a un punto fijo y tienes que cambiarte.
El pedo hijoputa, es uno muy silencioso y realmente muy apestoso que te tiras en un ascensor abarrotado de gente y en cuanto para, sale la gente corriendo y diciendo, quién será el hijoputa que se se cagó.
El pedo flautista, quizás sea el más simpático y agradable porque vas por la calle un rato haciéndolo sonar y la gente te sigue como los ratones al flautista, hasta que le llegan los fulgores y desaparecen y dan media vuelta.
El pedo funeral, es el que te aguantas porque estás ante la caja del difunto y no te lo quieres tirar, por la pintada que viste en la tapia del cementerio, por aguantar un peo aquí me veo, pero el pedo no respeta ni a los muertos y termina saliendo triunfador y el marido de la difunta dice, le dije anoche que no comiera garbanzos...todos lo miran a el y pregunta abochornado, ¿Quereis unos pastelitos?...
Por ultimo, tenemos el pedo alienigena, que pasa después de haberte comido una olla de garbanzo a las tres de la tarde en agosto y estas echando gases varias horas hasta que se te pone el asterisco más dilatado que la vejiga un camello. Sin darte cuenta, depositas un muñeco mas seco que un bocadillo de esparto y tu crees que es el calcetín que te pusiste para marcar paquete que se fué para atrás y hasta que no llegas a casa y ves ese muñeco con pinta de extraterrestre, no te diste cuenta que te cagaste aunque pienses que llegó teletransportado de algún lugar lejano.
Eso me ha recordado a una entrada que hice en este blog sobre otro alienígena...
La imagen esa es de un poema cómico que escribí en este mismo blog y les dejo el enlace por si quieren leerlo...http://sonrrisasparatihumor.blogspot.com.es/2013/12/poema-para-entrar-feliz-con-el-ano-nuevo.html
Solo he pretendido arrancaros una sonrisa que es lo que le hace mucha falta a nuestras vidas...
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