Hay que pena de mi vieja
esperaba a la jubilación
y ahora mi pito no puede
echar un buen polvoron...
Ya me decía...Ängelito
en nuestros momentos mozos
echemos una canita
que quiero llorar de gozo.
Yo que tanto trabajaba
y tan cansado llegaba
decía, hay mi Conchita
espera a la madrugada.
La madrugada pasaba
y el pito no respondía
y la parienta lloraba...
hay que desgracia la mía...
Ahora ya que jubilado
y mi viejita con ganas
el pito no se levanta
ni de noche ni en la mañana.
Ángel Reyes Burgos