Con mi propia calavera
bailé anoche sin zapatos,
sobre una tumba pequeña
sin mirones ni chivatos.
-¿Donde duermen mis ancestros?-
le dije con osadía
y me dijo -solo huesos
tendrás hoy de compañía.-
Solos en el cementerio
con el tiempo helado, al raso,
segui con el esqueleto
bailando sin dar un paso.
Y lo hice toda la noche
con una luna encantada,
junto a una tumba con flores
dandolo todo por nada.
Por ver un poco a los míos
le puse todo mi empeño,
mas mi calavera dijo
-no vendrán en este sueño-
Poema: Ramón bonachí.