Mariano el viejito bailón
se iba a las discotecas
aunque era un vacilón
camino de los ochenta.
Como un gallo de corral
delante se pavonea
y le dice sin parar
hay que bien que te meneas.
A la hora de bailar
se está desarticulando
voy un ratito a parar
que mis piernas están temblando.
Pero la rubia no para
y quiere disimular
delante de la pandilla
que lo mira sin cesar.
Ya el viejito se cansa
a la rubia da la vuelta
le quita el tapón y la desinfla
y a ella la desconecta...
Que a eso de los ochenta
si bailas con un bombón
no puede ser de verdad
ni te das un revolcón...
Ángel Reyes Burgos
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