Podía hacer un chiste fácil para decirte que el chocolate no engorda,
la que engorda eres tu...pero según unos científicos al terminar sus estudios
han asegurado que el chocolate no engorda y tiene muchos beneficios
y los más importantes están en los efecto en las mujeres antes de la regla...
De todas formas os dejo con este interesante articulo y después os podéis sentar
con una buena caja de bombones a disfrutar sin remordimientos...
Lee el articulo y después puedes reírte con esto...
- Esposa: ¿A dónde vas?
+ Marido: Salgo un rato.
- ¿Te vas con el auto?
+ Sí.
- ¿Tienes bencina?
+ Sí, ya le puse.
- ¿Vas a tardar mucho?
+ No mucho.
- ¿A dónde vas?
+ No sé, por ahí. A dar una vuelta.
- ¿Y no prefieres ir caminando?
+ No, voy con el auto.
- ¿Me traes un helado?
+ ¿De qué sabor?
- De chocolate.
+ Bueno, voy a la vuelta por la heladería y te traigo.
- ¿A la vuelta?
+ Y si no, se derrite.
- ¿Por qué no vas ahora, vuelves y me lo dejas?
+ Mejor a la vuelta, va a ser mejor.
- Ya...
+ Cuando vuelvo tomamos el helado juntos.
- Pero a ti no te gusta el chocolate.
+ Me compro otro.
- ¡Trae de vainilla!
+ Tampoco me gusta la vainilla.
- Entonces de frutilla, que nos gusta a los dos.
+ OK. Besos, vuelvo en un rato.
- Mijito.
+ ¿Qué?
- Mejor frutilla no. Trae limón.
+ ¡No me gusta el limón!
- Entonces traeme chocolate a mí y para ti lo que quieras.
+ Fue lo que dije al principio.
- ¿Estás siendo irónico?
+ No, me voy.
-¡Dame un beso!
+ Bueno... (beso)
- ¿Vas con tu auto o con el mío?
+ Con el mío.
- Usa el mío, tiene CD. El tuyo no.
+ No voy a oír música, voy a despejarme un poco.
- ¿Necesitas despejarte?
+ No sé, cuando salga te digo.
- ¡No tardes!
+ No tardo... (abre la puerta).
- Amor...
+ ¿Y ahora qué...?
- ¡Qué grosero! ¡Mejor ándate!
+ Estoy intentando irme y no me dejas.
- ¿Por qué tienes que ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?
+ ¿Qué quieres decir?
- Nada.
+ (Cariñoso) ¿Creés que te estoy engañando con alguien?
- No... claro que no... pero tú sabes cómo son.
+ ¿Cómo son quiénes?
- ¡Los hombres!
+ ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?
- Estoy generalizando.
+ Entonces no se aplica a mí. Sabes que no te haría algo así.
- Ya, bueno. Anda entonces.
+ Me fui.
- Espera.
+ ¡Ay por Dios! ¡¿Qué?!
- Llévate el celular, ¿quieres?
+ ¿Para qué? ¿Para que me estés llamando a cada rato?
- No. Por si pasa algo.
+ No te preocupes.
- Perdóname por la desconfianza. ¡Es que te extraño!
+ Está bien. No quise contestarte así. Te amo.
- ¡Yo también!
- ¿Puedo usar tu celular?
+ ¿Para qué?
- Es que me gustan unos jueguitos.
+ ¿Quieres mi celular para jugar?
- Sí.
+ Usa la computadora, hay un montón de juegos ahí.
- No entiendo ese aparato...
+ ¿Y para qué me hiciste que te la comprara el mes pasado?
- No importa. Llévate el celular porque si no, lo voy a usar.
+ Úsalo, no hay nada importante en él.
- ¿Sí?
+ Sí.
- ¿Dónde está?
+ ¿Qué cosa?
- ¡Lo que debería estar en el celular y no está!
+ ¿Qué?
- ¡Nada! ¡Olvídalo!
+ ¿Estás nerviosa?
- No, no estoy.
+ Entonces me voy.
- Lo último…
+ -¿¿¡¡QuééééÉÉÉÉ!!??
- ¡No quiero más el helado!
+ ¿Ah no?
- ¡No!
+ ¡Entonces yo no voy a salir!
- ¿Ah no?
+ ¡No!
- ¿Entonces te quedas conmigo?
+ No, me aburriste. ¡Me voy a dormir!
- ¿Estás nervioso?
+ ¡Sí!
- ¿Y por qué no te vas a dar una vuelta para despejarte?
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