El marido se había vuelto obsesivo por cojer con su esposa.
Cada vez que llegaba del trabajo, le echaba dos polvos violentos que la pobre no podía aguantar.
Un día, cansada de tanto sexo todos los días, decide visitar al psicólogo y explicarle su problema.
El profesional le recomienda que le cobre al marido cada vez que quisiera hacer el amor.
Al día siguiente ante la solicitud del marido de ir a la cama, la mujer responde que de ahora en mas, debe abonar por sus servicios, y le explica :
-100 pesos un polvo en la cama, 75 pesos un polvo en el sofá y 25 pesos un polvo en la silla.
El marido, desesperado como estaba no dudó y le entrego cien pesos y fueron a la cama.
Al otro día se repitió el episodio, cien pesos y a la cama.
Así pasaron los días y a la mujer le comenzó a gustar el hecho de ganar dinero pero al marido se le estaban agotando los recursos. Un día llega el marido del trabajo, le entrega sus ultimos cien pesos y la mujer dice :
-Bueno, vamos a la cama.
-No, querida -responde el marido- que sean cuatro en la silla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario