Coplillas para el domingo, humor


Pensando en que me dejaste,
lloro tanto y tan de veras,
que la gente de mi casa
se imagina que hay goteras.

Si un día piensas matarme
no necesitas puñal,
con sólo dejar de amarme
el golpe será mortal.

Hombre manso es el varón
cuando el amor lo palmea;
se amansa a lo mancarrón
por más bellaco que sea.

El amor de la viudita
es como la lechuguita;
si uno la riega un poquito
ligerito resucita.

En ningún hombre casado
pongas, niña, tu querer,
porque al fin de la partida
se lo lleva su mujer.
A la señora de enfrente
se le ha muerto el marido,
y por temor al difunto,
se viene a dormir conmigo.

Cuídese del matrimonio
y nunca se case usted.
¡Mire si sabré estas cosas
que yo me casé con tres!

Para terminar algo del pajaro loco...

Zampo que zampo cocido
yo no paro de engordar
mi pechito está creciendo
pero mis nalguitas mas.

Zampa cocido paisano
que el tamal nos va a ganar
y no hay mas sabrosura
que engordar con la pringá