Mi suegra y la cena de Navidad...humor

Ya estamos todos sentados a la mesa para la cena de Navidad y aparece mi suegra con una bandeja enorme cubierta y al destaparla aparece un enorme pavo asado con cabeza y todo... doy un respingo asustado y mi suegra me pregunta, ¿que te pasa?... 
Menudo susto me he dado al ver ese enorme pavo gordo y grasiento que me mira con esos ojos saltones que lo confundí con tu hermana... 
 Tu siempre tan graciosillo Manolo y así nos va en estas cenas, cada vez que hablas sube el pan y me vas a hacer llorar... Pero suegra, si tu la ultima vez que lloraste fue cuando nació tu hija por que era tan fea que no sabias si quedarte con ella o con la placenta, los ojos para verlos hay que imaginarselos y esos labios, ufff se parecen mas a una cicatriz mal curada... 

 ¿Ves lo que te digo mamá? solo se casó conmigo por la dote y desde la noche de bodas no me ha vuelto a tocar... Pero Jimena, que hasta tu nombre da pena, por que te crees que tu madre me regalo de dote una oveja, para tenerlo todo en casa y no tenerlo que buscar fuera...y que ojos tan tierno tiene mi ovejita.

 La suegra le da un puntapié en la espinilla por debajo la mesa con su bota ortopédica...coñooo suegra, me diste en la misma fractura mal curada del puntapié que me diste el año pasado... 
Pues deja ya de joder Manolo y tengamos la cena en paz... 
La Jimena abre los ojos como platos y mirando a Manolo dice... Manolo joder, que va a joder, si ni siquiera se acuerda por donde se hace. Pero tu te has visto bien Jimena...mirando a sus pies, tienes esa uñas de águila, que cada vez que me arañas me tengo que poner la antitetánica y ese pandero que cada vez que te agachas en la ducha, me da miedo recordar los documentales sobre agujeros negros y pienso que me vas a succionar entero y corro despavorido... 

 El abuelo que fue picador allá en la mina...ya se ha comido medio pavo sin hablar y sonriendo para sus adentros, aunque debe tener pocos adentros ya que tiene el pecho pegado a la espalda y es casi transparente, Se levanta y dice, me voy al salón a tomar una copa y buscar cigarrillos... 
La abuela le dice, pero viejo, si estamos en el salón y es todo lo que tenemos, el año pasado dijiste lo mismo de los cigarrillos y hasta hoy no te volvimos a ver... el abuelo se vuelve a sentar y sigue comiendo y sigue sonriendo y sigue sin hartarse y los demás miran asombrado la bandeja llena de huesos sin creerse que se quedaron sin pavo... Y es que ya se sabe, en estas cenas de Navidad, 
el mas listo es el que come mas...

Ángel Reyes Burgos