El pavo maricón...


Andaba un pavito triste
llorando desconsolado
por llegar la navidad
y saberse cocinado.

Era el pavito bien macho
y de virgen presumía
que por la puerta trasera
nada en su cuerpo entraría.


No quería ni pensar
que con sus patas abiertas
lo violaran por detrás
con chorizos y pancetas

Triste lloraba el pavito
y otro pavo que allí estaba
le dice que es una gozada
que te metan por detrás
buena morcilla en manteca
para de gusto gritar.

Pero que el quisiera ser
una feliz  ambulancia
que le metan gente entera
por detrás hasta la panza.

Sonar con voz de soprano
la sirena por las calles
darse un fuerte revolcón
con un macho de buen talle.

Que espera la navidad
con dicha y con mucho gozo
para sentirse relleno
y sentirse muy dichoso
pues no hay nada mas delicioso
para un pavo maricón
sentirse muy rellenito
de panceta y salchichón.

Ángel Reyes Burgos