Los verdaderos amigos son como los condones,
te protegen cuando la cosa se pone dura.
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En la tienda:
Señor ¿Tiene bolas de algodón?
Mire, si tuviera bolas de algodón
¡Mis hijos serían peluches!
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Hija, ¿Qué hace ese preservativo en tu cama?
No sé mamá, tal vez tiene sueño...