St presidente


El Presidente de la Republica se encuentro con tres bellas chicas en una discoteca.
Sentandose junto a ellas y dirijiendose a la peliroja le hizo la siguiente pregunta:
Soy el Presidente de la Republica, cuanto me cobra por pasar una noche conmigo?
La pelirroja le contesto: Le cuesta $2.000,00.
Luego le hizo la misma pregunta a la rubia y esta le respondio:
A ud. señor Presidente le cuesta $1.000,00.
Al mirar a la morena y hacerle la misma pregunta, esta fue su respuesta:
Señor Presidente, si ud. puede levantar mi falda tan alto como estan los impuestos, bajarme los calzones tan bajo como estan los sueldos, sacar esa cosa suya y ponerla tan dura como esta la vida, mantenerla tan alta como estan los precios, y cogerme contanta fuerza como esta cogiendo al Pueblo, a ud. Señor Presidente:

NO LE CUESTA NADA

Confesion de Pepito


-Padre, he pecado:
'¡Anduve con una mujer de vida ligera!'
El cura pregunta: -¿Eres tú Pepito?
-Si Padre, soy yo ...
¿Y con quién estuviste?
-No Padre, se dice el pecado, pero no el pecador.
-Mira Pepito, tarde o temprano me voy a enterar,
así que más vale que lo
digas ahora... ¿Era Teresa García?
-Mis labios están sellados Padre.
-Era Patricia Rodriguez?
-Jamás lo sabrá Padre.
-Era María González?
-No diré nada Padre.
-Era Mariana Sánchez?
-Padre .... no insista.
-Era Karime Otero?
-Padre no entiende, esto no tiene sentido ....
El Padre chasquea los dedos de exasperación y dice:
-'Eres un caballero Pepito y en el fondo de mi corazón admiro tu
discreción; pero has pecado y debes tener tu castigo: 20 Padres Nuestros y ve con Dios, hijo mío.'
Pepito va a sentarse en un banco de la iglesia.
Entonces su amigo Pascual se le acerca y le dice:

-Qué pasó Pepito, resultó?

- Siiii, ya tengo los nombres de 5 viejas que de seguro aflojan !!!!!

CASTIGO CHINO


Un tipo llega a una posada le pregunta al administrador, un anciano de 120 años de edad,
Chino recién llegado de Pekín, si tenía un cuarto para pasar la noche ya que se encontraba perdido.
Este le responde que solo tenía un cuarto en el tercer piso junto al cuarto de su hija, y se lo ofreció,
no sin antes advertirle que si le pasaba algo a su hija, le aplicaría los 3 castigos chinos.
El tipo le asegura que no va a pasar nada y acepta el cuarto.
A la hora de la cena baja por la escalera una dulce Chinita de unos 16 años de edad muy linda y sensual.
Durante toda la cena la Chinita no dejaba de mirarlo y el hombre no podía dejar de pensar en lo que le había dicho el anciano.
En la noche, la tentación fue demasiado grande para el tipo y pasó 'mucho', pero "mucho" tiempo con la Chinita.
Cansado vuelve a su cuarto a descansar y se duerme.
A la mañana siguiente amanece con una roca inmensa encima de su cuerpo con un papel que decía: - "Primer castigo chino: Roca encima de cuerpo".
El tipo piensa que si eso era lo peor que puede hacer el pobre anciano no iba a ver mayores problemas, se levanta, carga la roca y la tira por la ventana,
al tirar la roca por la ventana ve otro papel en el marco de la ventana que decía:
- "Segundo castigo chino: Roca amarrada a huevo derecho".
El tipo al ver que la cuerda ya estaba llegando al punto en que mas se estiraría, no lo piensa 2 veces y se tira por la ventana,
mejor un par de huesos rotos que un huevo menos.
Cuando va cayendo por el segundo piso lee un gran cartel en el piso que decía:
- "Tercer castigo chino: huevo izquierdo amarrado a pata de cama".

NO DISCUTAS CON LOS NIÑOS.


Una niñita le estaba hablando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande su garganta era muy pequeña. La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena.
Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse ningún humano; físicamente era imposible.. La niñita dijo 'Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a Jonás'. La maestra le preguntó, '¿Y qué pasa si Jonás se fue al infierno?' La niña le contestó, 'Entonces le tocará a usted preguntarle'..

Una maestra de Jardín estaba observando a los niños de su clase mientras dibujaban. Ocasionalmente se paseaba por el salón para ver los trabajos de cada niño. Cuando llegó a donde una niñita trabajaba diligentemente, le preguntó qué estaba dibujando. La niña replicó: 'Estoy dibujando a Dios'.
La maestra se detuvo y dijo, 'Pero nadie sabe cómo es Dios'. Sin pestañear, y sin levantar la vista de su dibujo, la niña contestó: 'Lo sabrán dentro de un minuto'.

Una profesora de catecismo estaba discutiendo los Diez Mandamientos con sus pupilos de 5 y 6 años. Después de explicar el mandamiento de 'Honrar a tu Padre y Madre, les preguntó: ¿Hay algún mandamiento que nos enseñe cómo tratar a nuestros hermanos y hermanas? Un muchachito contestó, 'No matarás'.

Una honesta niña de siete años admitió calmadamente a sus papás que un niño de su clase la había besado. '¿Cómo sucedió eso?' preguntó asombrada su mamá. 'No fue fácil, ' admitió la pequeña , 'pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo.'

Un día una niñita estaba sentada observando a su mamá lavar los platos en la cocina. De pronto notó que su mamá tenía varios cabellos blancos que sobresalían entre su cabellera oscura. Miró a su mamá y le preguntó inquisitivamente, ¿Mami, por qué tienes algunos cabellos blancos? Su mamá le contestó: - Bueno, cada vez que haces algo malo y me haces llorar o me pones triste, uno de mis cabellos se pone blanco'. La niñita se quedó pensativa por un rato y luego dijo: - Mami, ¿por qué todos los cabellos de mi abuelita están blancos?

Un niñito de tres años fue con su papá a ver una camada de gatitos recién nacidos. De regreso a casa, le informó apresuradamente a su mamá que había dos gatitos y dos gatitas. ¿Cómo supiste? - le preguntó su mamá
- Papá los levantó y miró por debajo - replicó el niño - creo que allí tienen la etiqueta.'
Todos los niños habían salido en la fotografía y la maestra estaba tratando de persuadirlos a cada uno de comprar una copia de la fotografía del grupo.
Imagínense qué bonito será cuando ya sean todos grandes y digan: allí está Catalina, es abogada; o también ese es Miguel, ahora es doctor. Sonó una vocecita desde atrás del salón,

- Y allí está la maestra. Ya se murió.