10 razones para no hacer ejercicio


1. Mi abuela comenzó caminando 3 kilómetros por día cuando tenía 60 años. Ahora tiene 97 y no sabemos dónde está.
2. La única razón por la que empezaría a trotar es por que así volvería a escuchar una respiración jadeante.
3. El año pasado me inscribí en un gimnasio, pagué $40 al mes y todavía no he perdido ni un kilo. Aparentemente, además hay que asistir.
4. Tengo que hacer ejercicio muy temprano por la mañana, antes de que mi cerebro se dé cuenta de lo que estoy haciendo.
5. No hago ningún ejercicio. Si Dios hubiera querido que nos tocáramos la punta de los pies, los habría puesto más arriba.
6. Me gustan las caminatas largas, especialmente cuando las hacen algunas personas que me molestan en vacaciones.
7. Tengo los muslos flácidos, pero afortunadamente los cubre el estómago.
8. La ventaja de hacer ejercicio todos los días es que te mueres en un excelente estado de salud.
9. Finalmente, se ha documentado hasta el hartazgo que por cada kilómetro que trotas, añades un minuto más a tu vida. Esto te permite que, cuando cumplas los 85 años, tengas derecho a cinco meses adicionales... en un geriátrico, a $1,000 por mes... ¡claro!
10. Con todos estos datos... ¡ja!... ¿gimnasio a mí?

Restaurante


-¿Hola, habla Dora?...
-Habladora, tu madre.

-Hola, está Armando?
-No, apenas voy por las instrucciones.

-Mi hija se casó con un piloto italiano. ¿Y la suya?
-Con un vestido de seda.

-En un restaurante:
-¡Y como quiere el señor sus huevos?
-Yo, con toda mi alma.

Una maestra nueva, trata de aplicar sus cursos de Psicología.
Comienza su clase diciendo:
- Todo aquel que crea que es estúpido, que se ponga de pie.
Luego de unos segundos de silencio, Jaimito, se pone de pie.
La docente le pregunta:
- Jaimito, ¿crees ser estúpido?

- No, señorita..., pero me da pena verla parada solita...

Dos enfermeras comentan al ver pasar a un médico:
- Qué bien que se viste el doctor Garcés!
- Si, y qué rápido!

En una larga cola en una bodega en Cuba para comprar huevos.
Un viejo, malhumorado por la espera, comenta en alta voz:
-Llevo ya tres horas en la cola, y todavía no me han tocado los huevos.
Una tremenda mulata que esta cerca, respondió al comentario:
-Dichoso de usted, mi viejo; yo llevo quince minutos, y ya me han tocado el culo tres veces!!