FUNERAL DEL CARDIÓLOGO.


Muere un eminente cardiólogo y sus amigos y familiares deciden hacerle un grandioso y pomposo funeral.
En medio de la Iglesia, y detrás del ataúd, se encontraba un
gigantesco corazón hecho de flores rojas.

Terminado el servicio fúnebre y leído el responso, el corazón se abre en dos y el ataúd... al son de una hermosa música, se desliza suavemente dentro del gran corazón...
Una vez adentro, el ataúd desaparece de la vista de los presentes, las dos puertas del corazón se cierran y el difunto queda encerrado allí para toda la eternidad .

En ese momento desde el fondo de la iglesia se oye una incontenible carcajada de uno de los amigos del difunto.

Todos los presentes, asombrados, se dan vuelta para mirarlo
y el señor se disculpa diciendo:
"¡Perdón!!!!! En verdad lo siento mucho... pero es que estaba pensando en mi propio funeral.....

Yo, ¡SOY GINECÓLOGO!!!!!"