CATALANES, HUMOR


Estaba una familia de catalanes reunida ante el féretro del padre recién fallecido.
El hijo menor dice:
- Ahora tendremos que hacer realidad la última voluntad de papá: ser enterrado con un millón de pesetas en el ataúd. El hijo mediano añade:
- Sí, bueno..., pero en realidad sólo pondremos 750.000 pesetas, porque hay que descontar el 25% de IRPF. El hijo mayor apostilla:
- También tendremos que deducir el 16% de IVA... La viuda tercia en la conversación de forma resolutiva. - ¡Basta ya! Vuestro padre no merece estos regateos. Se le enterrará con la tarjeta de crédito... y que él gaste cuanto quiera.
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Un catalán está escuchando la radio y decide acudir a una llamada de auxilio para un hombre que ha tenido un accidente y que necesita un donante de sangre. El hombre que necesitaba la transfusión era un andaluz, que, agradecido por salvarle la vida, le regala un cortijo al catalán. El catalán, muy contento, pone todos los días la radio esperando que se vuelva a necesitar otra transfusión de sangre y que sea el mismo andaluz, como así ocurre. El andaluz, de nuevo agradecido, le regala un coche SEAT 600. El catalán vuelve a pedir que el andaluz tenga un accidente y así vuelve a ocurrir, pero esta vez el regalo que le da el andaluz por salvarle de nuevo la vida es un mechero Bic.
El catalán entonces le dice:
- Primero me regalas un cortijo, después un SEAT 600, y ahora un mechero. ¿A qué se debe esto? - ¡¡¡Es que ya tengo sangre catalana!!!