NUNCA LLEGUES TARDE


Al Padre Pascual le estaban haciendo su cena de despedida por 25 años de
trabajo en una
Parroquia.
Un político miembro de la comunidad fue invitado para dar un breve discurso.
Como el
político tardó en llegar, el sacerdote decidió dar unas palabras él mismo
para llenar el
tiempo.
-'Mi primera impresión de la Parroquia la tuve con la primera confesión
que me tocó
escuchar. Pensé que me había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que
la primera
persona que se confesó me dijo que se había robado un televisor, que les
había robado
dinero a sus papás, había robado también en la empresa donde trabajaba,
además de tener
aventuras sexuales con la esposa de su jefe. También en ocasiones se
dedicaba al tráfico
y a la venta de drogas. Y para finalizar, confesó que le había trasmitido
una enfermedad
venérea a su propia hermana. Me quedé asombrado, asustadísimo... Pero
cuando transcurrió
un tiempo, fui conociendo más gente y vi que no eran todos así... Vi una
parroquia llena
de gente responsable, con valores, comprometida con su fe.
Y así he vivido los 25 años más maravillosos de mi sacerdocio'.
Justamente en este
momento llegó el político, por lo que se le dió la palabra.
Por supuesto, pidió disculpas por llegar tarde y empezó a hablar diciendo:
-'Nunca voy a olvidar el primer día que llegó el Padre a nuestra
parroquia... De hecho,
tuve el honor de ser el primero que se confesó con él...'.

Moraleja: nunca llegues tarde!!!!...

CAMBIASTE DE SEXO?



Armando y María dan un paseo romántico por el campo.
Los deseos amorosos de Armando aumentan conforme se internan entre los arboles
El esta animándose, cuando María lo interrumpe con un:
-'Espero no te moleste, pero tengo ganas de echarme un meadita.


'Está bien, ¿porqué no vas detrás de esos arbustos?
Mientras Armando espera, escucha el sonido de las medias deslizándose por las piernas de María
e incapaz de contener un segundo más sus instintos,
Armando introduce el brazo a través de los arbustos y toca la pierna de María.
Suavemente sube la mano más y más,
hasta que, horrorizado, agarra algo largo y grueso que cuelga entre las piernas de María.


'¡María, por Dios! ¿Cambiaste de sexo?', grita angustiado.


'No', contesta ella, 'cambié de opinión........... estoy cagando'.